Con ocasión al Día Mundial de la Salud Mental a celebrarse el 10 de octubre y dentro del marco de actividades que celebrará el Consejo de Salud Ocupacional, el día de hoy deseo abordar el tema de los riesgos psicosociales, su evolución, su significado y las consecuencias que pueden tener en la salud de las personas trabajadoras; en un segundo artículo, analizaré su inclusión en la legislación de Costa Rica, así como la jurisprudencia nacional, con el objetivo de determinar la protección a la que tienen acceso las personas trabajadoras que sufren de este tipo de riesgos. Este será el primero de dos artículos sobre el tema.
En términos generales, los riesgos psicosociales son condiciones organizacionales del trabajo que afectan directamente la salud laboral, ya sea de forma positiva, motivando al personal, o negativa, desencadenando estrés para los trabajadores.
La importancia de los factores psicosociales para la salud de los trabajadores se ha ido reconociendo cada vez de forma más amplia, pues, en sus inicios, no se pensaba que, las situaciones laborales a las que nos referiremos hoy, afectaran la salud de las personas trabajadoras y mucho menos que pudieran llegar a ser consideradas riesgos de trabajo.
El comienzo más formal de la preocupación por los factores psicosociales y su relación con la salud laboral proviene probablemente de la década de 1970, fecha a partir de la cual se hace mayor referencia a ellos y el tema empieza a ganar amplitud, diversificación y complejidad.
En la década de los setenta se hacen listas preliminares de lo que pueden ser los riesgos psicosociales y, entre ellos se incluyen la mala utilización de las habilidades, la sobrecarga en el trabajo, la falta de control, el conflicto de autoridad, la desigualdad en el salario, la falta de seguridad en el trabajo, los problemas de las relaciones laborales, el trabajo por turnos y el peligro físico y con esto se inicia una sensibilización sobre el tema.
En la década de los ochenta se empiezan a dar las aproximaciones conceptuales, ligándolas a los efectos de la organización en el trabajo y sus consecuencias sobre la salud física y mental de las personas trabajadoras. De esta forma, se analiza el efecto de algunos factores organizacionales de la empresa como la Política y Filosofía de la Organización, la Gestión de Recursos Humanos, Política de Seguridad y Salud, Responsabilidad Social, Corporativa, Estrategia empresarial, la cultura de la organización política de relaciones laborales, comunicación organizacional, supervisión, liderazgo, las condiciones de empleo (contrato, salario, etc), el diseño del puesto (rotación de puestos, trabajo grupal), la calidad en el trabajo (seguridad física, horas de trabajo, habilidades), etc. y el impacto que pueden llegar a tener efectos sobre la salud.
Los expertos empiezan a crear distintas definiciones y señalan que los factores psicosociales son características percibidas del ambiente de trabajo que tienen una connotación emocional para las personas trabajadoras, es decir, son formas de las condiciones sociales del trabajo o condiciones organizacionales de trabajo que pueden afectar a la salud laboral, tanto positiva como negativamente. La cultura, el liderazgo o el clima organizacional pueden generar excelentes o pésimas condiciones de trabajo con consecuencias positivas o negativas para la salud de los trabajadores.
Son positivas cuando facilitan el trabajo, el desarrollo de las competencias personales laborales y producen niveles altos de satisfacción laboral y de motivación en los que los trabajadores alcanzan mayor experiencia y competencia profesional. Son negativas cuando desencadenan tensión o estrés laboral y este afecta la salud de los trabajadores.
Cuando los factores organizacionales y psicosociales de las empresas y organizaciones son disfuncionales, provocan respuestas de inadaptación, de tensión, así como respuestas psicofisiológicas de estrés, y es así como se dan factores con probabilidad de incidir negativamente en la salud y el bienestar de la persona trabajadora, son factores de riesgo, porque actúan como factores desencadenantes de tensión y de estrés laboral.
Para el año de 1996, los expertos amplían la lista de los factores psicosociales e incluyen a los mencionados anteriormente los siguientes: la falta de variedad en el trabajo, los cambios de turnos, el exceso de trabajo, la baja participación en la toma de decisiones, las malas condiciones de trabajo, la mala comunicación interna, el aislamiento físico o social. También se concluye que existe una estrecha relación entre los factores de estrés psicosocial y los problemas de salud física y mental que se activan por el estrés.
Al día de hoy, los expertos coinciden en que hay otros factores de estrés psicosocial, que se suman a la lista de los mencionados anteriormente y son el estrés, acoso sexual, acoso laboral y burnout.
Esto nos lleva a preguntarnos si los problemas generados por los factores de estrés psicosocial deben de ser considerados riesgos del trabajo y si la normativa actual los incluye de tal forma.
Desde nuestro punto de vista es indiscutible que los riesgos psicosociales que hemos descrito pueden llegar a ser riesgos laborales en el tanto lleguen a afectar la salud del trabajador, toda vez que los mismos se originan en la organización del trabajo y se dan durante la ejecución del mismo. Sobre este tema nos referiremos en detalle en nuestro siguiente artículo.
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